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Los niños activos necesitan refrigerios saludables

Los refrigerios son especialmente importantes para los niños de dos a seis años porque a esta edad el estómago es pequeño y el apetito frecuente. Los refrigerios entre las comidas principales llenan la brecha de nutrientes necesarios tales como las vitamina D, calcio, potasio, y fibra dietética. Las meriendas a base de frutas, legumbres y productos lácteos pueden proveer estas sustancias nutritivas . Las encuestas revelan que muchos niños no reciben suficientes nutrientes, de manera que la merienda es el momento de compensar esta deficiencia.

Planifique los refrigerios al menos una hora antes de la comida. Los refrigerios o las bebidas azucaradas que se consumen cerca de las comidas pueden suprimir el apetito de la comida siguiente.

¡Presente opciones! Deje que su niño elija su merienda preferida entre varios alimentos saludables. De esta manera, el niño sentirá que tiene algún poder de decisión y terminará con una merienda saludable independientemente de lo que elija.

Combos para refrigerios

Para los refrigerios ofrezca dos o tres opciones de grupos de alimentos para obtener vitaminas, calcio, potasio y fibra.

Para suplirles calcio y potasio, prefiera ofrecerles leche. El yogur con bajo contenido de grasa, las natillas o el queso también son buenas opciones.

Para obtener potasio y fibra, las frutas y los verduras son excelentes opciones.

Las vitaminas del complejo B y la fibra se obtienen del pan, las galletas y los cereales, sobre todo los denominados de grano entero.

Las nueces, la mantequilla de cacahuate, los frijoles o el humus son ideas de refrigerios saludables que rebosan de proteínas.

Con menos frecuencia elija galletas dulces y golosinas. Sin embargo, lea la etiqueta para obtener opciones más saludables con menos contenido de azúcar y grasa o más fibra.

¡Manténgase en guardia contra el atragantamiento!
    Vigile a los niños mientras comen.